En cuanto entramos a la casa nos olfatearon, Jesper se levanto con mucho cuidado y sin tocarme olfateo mi collarín y trato de lamerme por debajo, justo donde estoy lastimada. Me sorprendí tanto, cómo supo que estaba lastimada? No había rasguños, ni sangre.
lunes, 31 de mayo de 2010
Beneficios de tener un perro en casa
En cuanto entramos a la casa nos olfatearon, Jesper se levanto con mucho cuidado y sin tocarme olfateo mi collarín y trato de lamerme por debajo, justo donde estoy lastimada. Me sorprendí tanto, cómo supo que estaba lastimada? No había rasguños, ni sangre.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)